Tener hijos hace que vuelvan a activarse ciertas conexiones de tus neuronas que estaban olvidadas en tu cerebro. Tener hijos te aseguro que haces que inventes.
Cuando tienes pequeños tendrás que inventarte trucos para adaptar la casa a ellos. Si eres un obsesiv@ de la seguridad es probable que tu casa se convierta directamente en corchopan todo protegido de cualquier caída o golpe. También te "casi aseguro" que con el primero ninguna esquina de tu casa amenazante quedará al descubierto, pero amig@, el segund@ se tendrá que conformar con lo que quede de aquellas protecciones, suerte si aún queda algo.
Recurriras a tu inventiva para conseguir que ellos se valgan por sí mismos y no te estén llamando continuamente. Entre nuestros diy caseros tenemos un bote de champú reconvertido en fuente para el grifo del baño y que se puedan lavar las manos. O una estantería de especias reconvertida en expositor de cuentos a su altura.
Para que no tenga miedo por las noches te inventaras una pócima imaginaria "espantamonstruos" para echar en un fus-fus y rociar toda su habitación antes de dormir, creyendo que así lograrás que no se despierte por la noche.
Aquellas judías verdes que detestabas cenar de pequeño pasarán a ser tu plato favorito, tras cada bocado soltaras un -Ummmm- haciendo gala de tu interpretación más espectacular, cuando en verdad piensas que en cuanto se acuesten tienes que echar mano de ese chocolate que te espera en la nevera.
De esta forma con la mater/paternidad fomentarás tu inventiva para que ellos crezcan felices y tú puedas vivir en paz.
María P.