El poder de tus palabras. Muchas noches, cuando el sueño nos puede, el cuento es el último placer del día y toca dormir, las últimas palabras de mi salvajito son: Mamá, tengo miedo . Al principio me preocupaba en saber a que tenía miedo sin llegar a ninguna conclusión, a darle explicaciones de que no había que tener miedo, hasta que una noche en el que el sueño me vencía a mí también le dije: " Tranquilo, mamá está aquí. No va a pasar nada " Dos segundos después él duerme plácidamente. Y lo que pensé que sólo funcionaría por una noche pasa que funciona una tras otra. Y que quieras que te diga nena, te sientes poderosa. Porque sabes que lo único que busca es saber que tú estás cerca y que sí tu confías que todo va ir bien, él duerme tranquilo. Habrá un día en que su miedo no se solucionará con estas sencillas palabras pero mientras tanto ejerzo mi poder y disfruto de sentir la tranquilidad de su respiración abandonado a sus sueños. María P .
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