Siempre he sido muy consciente del paso del tiempo y cuando llega el momento de cerrar un año todavía es más patente que queramos o no, los años pasan.
Una razón por la que tener hijos mola es que con ellos eres todavía más consciente de que el tiempo pasa y pasa rápido. A veces es una razón que hace un poco de pupita en la patata. Tanto si eres padre/madre como si no, verás a los niños y dirás eso de ¡Madre mía! Cuánto ha crecido. Si parece que fue ayer...
Y sí, parece que fue ayer, pero no... han pasado los años. De mi príncipe le queda de bebé el chupete y con princesa soy consciente de que va a llegar a mi misma altura antes de lo que me gustaría.
Además de esto con ellos empiezas a valorar mucho más el tiempo que tienes. A veces me pregunto ¿qué hacía yo con tanto tiempo libre antes de tenerlos?, porque cuando pasas a ser progenitor aprecias hasta el último minuto.
¿Que quedan cinco minutos antes de salir al cole? Vamos rápido, que me da tiempo a dejar una lavadora preparada. ¿Que al final quedamos media hora más tarde? Ok, no hay problema. Voy a editar unas fotos que tengo preparadas para el siguiente post. ¿Que nos levantamos antes de que amanezca? Vaaaaaaaleeeee, me resigno y me pongo a leer, que el tiempo no está para desperdiciarse.
Así que ahora que ya queda poquito para cerrar el 2018 aprovecha tu tiempo y sobre todo OCÚPATE del presente, del ahora y por favor deja de PRE-OCUPARTE.
¡Feliz Navidad!
María P.