La senda mágica en Arroyomolinos (Madrid)

 

En mi interés por traerte lugares de Madrid para conocer hoy te traigo uno que te cuento muy bajito, susurrando, porque es tan bonito y está tan cuidado que me da pena que al final se haga demasiado "famoso" y empiece a estar masificado con lo que puede suponer que no se mantenga igual de precioso.

La senda mágica es un precioso y tranquilo camino a través de de una sencilla senda para hacer con salvajitos sin problemas, es circular por lo que empiezas y terminas en el mismo sitio.  Hay un pequeño parking (gratuito) pero si cuando llegues ya no hay suerte puedes callejear entre la zona de chalets.

Al inicio de la senda te explicarán donde te encuentras, las normas para que otros niños también lo puedan disfrutar y lo más importante estar muy atento porque hay seres maravillosos escondidos y que hay que encontrar.

Durante todo el camino descubrirás maravillosos detalles en los que ha colaborado la gente del pueblo y que son preciosos y artesanales.  Casitas de madera, ratoncitos hechos con bellotas, precisosas piedras decoradas, hadas y hasta duendes y trolls se encuentran escondidos por el camino.

Además los fines de semana hacen obras teatralizadas, muy cortitas para que los pequeños se conciencien con el medio ambiente y que son muy amenas para ellos.

Una de las cosas que más me ha gustado es que durante el camino además de todos estos detalles mágicos hay paneles explicativos de lo que suponen los desperdicios que dejamos en el medio ambiente con figuras que se mueven y que es muy fácil para los niños.

A mitad del camino hay una zona de mesas para poder hacer un picnic tranquilamente rodeado del sonido del agua y sin peligro con los pequeños.

No te desvelaré todos los detalles de esta preciosa Senda mágica pero te dejo alguna foto más para que si puedes no dejes de visitarla y disfrutar con tus pequeños, cuidando y respetando lo que se ha realizado con tanto amor.

Todavía te quedan muchos secretos por descubrir y un final de senda tranquilo y agradable que te dejo que descubras.

Y recuerda...

María P.