Las últimas semanas el invierno (¡por fin!) ha visitado la península y aquí en Madrid nos hace mucha ilusión poder subir a la sierra a ver la nieve, ya que en la ciudad es difícil que se pueda disfrutar igual. Estuvimos valorando donde ir ya que si hacíamos como la mitad de los madrileños y subíamos a Navacerrada eso supondría estar allí antes de la 9 de la mañana y para nosotros madrugar no es un problema, pero estar esperando a que casi se haga de día para salir del coche sí podría serlo.
Así que decidimos probar suerte en el Puerto de la Morcuera que se encuentra a 1796 metros de altitud y que por experiencia sabía que habría nieve.
A poco más de las 10h de la mañana ya habíamos llegado, aquí aunque no haga falta madrugar tanto tampoco te puedes relajar o si no puedes estar más de una hora parado en el coche para conseguir llegar al aparcamiento como vimos a la vuelta.
Este lugar es genial para poder disfrutar de la nieve en Madrid, teniendo en cuenta que no es tan conocido y que es bastante amplio. Por un lado puedes ir a uno de los laterales de la carretera de mayor amplitud para poder tirarte en trineo y por el otro puedes resguardarte un poco más del frío en la zona arbolada, porque mi primer consejo para subir a la nieve es que vayáis equipado con muchas capas, más vale que sobre a que falte. Y por supuesto, ropa de cambio, sin olvidar calcetines y zapatillas, porque como cale ya puedes ir despidiéndote del resto de día con los pies helados.
Aunque en algunas imágenes se vean calvos de nieve, no te dejes engañar porque en algunos momentos la nieve nos cubría hasta las rodillas.
Me gustaría decir que mis dos salvajitos disfrutaron como locos pero lo cierto es que a príncipe su primer contacto con la nieve a gran escala no le entusiasmo demasiado y el pobre incluso en algún ratito se puso a llorar. En cambio princesa si pudo descubrir de primera mano como transcurre la película de Frozen e incluso crear su propio Olaf. Consejo número 2: no olvides la zanahoria para el muñeco de nieve.
Después de dar un minipaseo por la zona y ver otros muñecos de nieve que no llegaban a nuestro nivel, decidimos bajar a Miraflores de la Sierra a comer, en su zona céntrica tiene varios restaurantes, que aquí como siempre si sois de comer pronto no tendréis problemas, pero si no os recomiendo reservar.
Lo que también pudimos constatar es que la nieve da hambre porque nuestros pequeños después de su comida empezaron con la nuestra lo que termino en una siesta profunda de camino a casa.
Como ves en Madrid aunque nos falte la playa no podemos quejarnos de nieve. Aprovecho para dejarte este enlace para ir a la nieve con niños en Madrid y alrededores porque da buenas ideas.
¿Y tú, te has congelado ya las manos tirando bolas de nieve?
María P.