Tus manos adquieren poderes sanadores y tranquilizadores. No, no estoy metida en una secta pero si he detectado que cuando te conviertes en padre/madre, o adulto al cuidado de pequeños/as salvajitos/as, tus manos adquieren un poder sobrenatural. Una vez confesé que en un momento difícil de mi vida una de las cosas que me devolvió a mi propio ser fueron las manos de mi madre acariciándo mi frente. Sí, por entonces tenía cerca de 30 años pero fue sanador y era lo que necesitaba, volver a ese lugar donde de niña me sentía segura. ¿Qué cosas, verdad? Pues con uno de mis salvajitos me he dado cuenta que también lo necesita, puede estar jugando sin acordarse de comer que de repente viene hacia mí, se pone a mi lado y yo instintavamente le acarició su pelo y su frente, unos segundos, él se marcha y yo sigo con lo que estaba. Cuando se van a dormir, me gusta quedarme un ratillo con ellos después del cuento y en ocasiones parece que el sueño tarda en ll...