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Aprendizajes del confinamiento

                                    

Ahora que parece que algunas cosas alcanzan una relativa normalidad pienso en el confinamiento puro y duro sufrido y valoro aquello que me enseño.

Contigo aprendí...

Que a mi familia no la cambio por ninguna.  A mis hijos y mylove por descontado pero incluyo a mis padres, hermanos y respectivos, porque aunque no seamos "La casa de la pradera" somos FAMILIA.


Que el tiempo no cunde igual.  Pese a estar más horas en casa he conseguido hacer menos cosas, yo no sé si el no salir afecta a mis movimientos pero estos días más que nunca he sentido que no me daba la vida.

Que me encanta hacer experimentos y aprender cosas nuevas.  Hemos hecho jabones caseros, pompas de jabón, figuras de arcilla, bizcochos y recetas, cursos on line... Muchas cosas para las que en la vida cotidiana no encuentras  tiempo.

Que tampoco se está tan mal.  No es que lo vaya a echar de menos pero nosotros que para mi familia "estamos todo el día fuera" no hemos llevado del todo mal estar todo el día en casa.  Lo he echado de menos pero me he acostumbrado a esta vida tan casera.

Que podía sacar ratos para mi misma.  Y así he subido del trastero la guitarra española para aporrearla un poco y que los niños la descubriesen o para retomar las clases de costura y hacer algo útil.  Estas dos cosas me han encantado.




Que elegí el mejor compañero de viaje.  Siempre hemos pasado tiempo juntos pero las 24 horas del día podría haber sido excesivo.  En cambio, estos meses nos han unido más, nos hemos entendido mejor y ha sido mi mayor apoyo.

Que el teletrabajo es posible.  Creo que esto ayudará a convencer a aquellas empresas que no apostaban por el teletrabajo y permitirán una mejor conciliación.  Eso sí, yo confieso que estoy deseando volver a la oficina de vez en cuando.

Como soy.  Tanto tiempo con uno mismo me ha ayudado a conocerme más, a aceptar mis emociones, a darme tiempo y a respetarme.  Queda un poco raro, pero sí, me ha ayudado a estar bien conmigo misma.

Que se pueden empezar nuevos hábitos.  Por ahora he cogido buena práctica de meditación y antes de empezar a currar me voy a andar para tomar el día con energía.

A ti, ¿qué te ha enseñado el confinamiento?

María P.






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