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Hoy me apetecía traer una historia sencilla pero que a mí me resulta increíble desde que la escuche en mi añorado Gabinete de Curiosidades. Ella es Christa McAuliffe.
La NASA estaba un poco de capa caída, desde la llegada a la Luna en el año 1969, ya no interesaba tanto el espacio y los niños dejaban de querer ser astronautas. Necesitaban que la población nuevamente estuviese de su lado y les apoyase por lo que planearon la idea de llevar a alguien especial al espacio y retransmitirlo por la televisión.
La primera elección para esta aventura fue Big Bird, en español Paco Pico, con Caroll Spinney (su actor) dentro. Era un sueño para Caroll pero finalmente la idea no pudo llevarse a cabo debido a que los dos metros y medio de Big Bird no podían adaptarse al transbordador espacial.
La siguiente opción fue llevar a una profesora o profesor y para ello se hicieron numerosas pruebas hasta dar con una elegida entre más de 11.000 aspirantes.
Como ya te habrás imaginado la elegida fue Christa, ella sería la primera pasajera ciudadana privada en la historia en un vuelo espacial. Una maestra de secundaria
Christa tenía la oportunidad de acercar el espacio a los niños y niñas de EEUU, de hacer realidad un sueño y para eso debía alejarse de su hogar y de su familia (marido y dos hijos) para poder cumplir con la formación y preparación de convertirse en viajera espacial.
Es interesante conocer la presión mediática a la que se vió sometida por "abandonar" a su familia por este trabajo y cumplir un sueño.
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El primer intento fue el 22 de enero de 1986, gran parte de EEUU estaba pegado a la televisión pero tras varios problemas tuvo que ser anulado. El segundo intento fue el 26 de enero tras una noche gélida volvían los impedimentos. Inicalmente se retrasó la hora de lanzamiento pero un segundo intento fallido hubiera sido una fracaso. Hubo opiniones encontradas pero finalmente el Challenger despegó.
En las gradas exteriores los padres y la hermana de Christa esperaban el gran momento; Ed (papá de Christa) contó que tuvo ganas de salir corriendo y sacar a su pequeña de allí.
A los 73 segundos del despegue el Challenger se convirtió en una bola de fuego, todo salto por los aires.
Miles de niños en EEUU vieron en directo la tragedia; el sueño se había terminado.
Días más tarde se determinó que la causa del accidente fue el frío helador que hizó que unas gomas del cohete sellasen bien y se dió una fuga de gases.
Hay un montón de cosas que me quedarían por contar de Christa y su trabajo pero la entrada quedaría muy extensa. Así que para finalizar y pese a la triste historia me quedo con la eterna sonrisa y la valentía de Christa por perseguir su sueño contando con el apoyo y ánimos de su marido Steven.
María P.