Vivir en Madrid para mí es un privilegio, amo mi ciudad con sus cosas buenas y sus cosas menos buenas; y entre las cosas buenas son sus mercados cada vez más variados e interesantes. Hace tiempo te contaba el Nómada Market y ahora le toca el turno al Mercado Central de Diseño.
Llevo asistiendo a la Central de Diseño desde sus inicios y esta última vez que hemos estado me he quedado sorprendida de la calidad de los puestos y de la cantidad de gente que se anima a venir.
Actualmente se celebra un fin de semana de cada mes y salvo ediciones especiales en el Matadero de Madrid. Si no conoces Matadero es un espacio que se encuentra en continuo movimiento, siempre hay algo nuevo que ver o que hacer, con exposiciones diferentes y obras de teatro especiales.
El Mercado de Diseño consta de varias partes. Una de ellas es interior y actualmente tiene un coste de 3 euros(2 euros anticipadas), las entradas son limitadas así que si tienes pensado ir está bien sacarlas por anticipado. En el interior se encuentra puestos de diseñadores diferentes, ideas nuevas y de todo tipo.
El encanto de la Central de Diseño es que se trata de marcas pequeñitas donde lo que compras sabes que es algo más exclusivo, realizado por artesanos o diseñadores pequeños y que ellos mismos te explican su producto. Puedes encontrar desde gafas de sol, a relojes, muebles de casa, zapatos, ropa de niños, láminas para decorar o mapamundis, todo de una variedad increíble.
Yo adquirí una lámina de El chico llama (por cierto, encantador) que ya te enseñaré más adelante.
En el exterior y sin ningún coste están el resto de puestos que son similares a los del interior y además podemos encontrar foodtrucks para tomar algo al solecito. Desde luego que cuando hace buen tiempo es un plan fantástico.
Plan que se puede hacer con peques porque al encontrarse al lado del Madrid Río es buena oportunidad para sacar el patinete y darse una vuelta.
¿Conocías la Central de Diseño? ¿Qué te parece? Si te apetece contestarme a esto o contarme de algún otro mercado que merezca la pena, ya sabes, te espero en los comentarios.
María P.