
El pasado puente de mayo hicimos una escapada a Arenas de San Pedro en Ávila y la verdad que sin ir con grandes pretensiones lo pasamos genial. Si te apetece repetirla te dejo que planes no puedes dejar de hacer.
Cuevas del Águila
El origen de este viaje es que queríamos visitar junto a los salvajitos las Cuevas del Águila así que buscamos alojamiento cerca.
Lo cierto es que son increíbles y por muchas fotos que veas no le hacen justicia a estar allí en persona. La visita es guiada y se hacen cada media hora más o menos. Por poner una pega es que considero que es una joya natural que quizás está demasiado expuesta a la visitas pero tampoco soy experta en el tema.
La visita es de cerca de una hora pero amena para hacer con las salvajitas y salvajitos.
Arenas de San Pedro
En el mismo pueblo es fundamental pasear por sus calles y poder llegar hasta el puente medieval para ver la corriente de agua e incluso poder bajar del puente para poder escuchar el paso del agua desde la orilla.
A través de la oficina de turismo pudimos coger entradas para la visita teatralizada del Palacio del Infante Don Luis; la misma la protagoniza un actor del pueblo caracterizado de Goya. Podrás descubrir las curiosidades del edificio pero sobre todo el gusto de que te lo cuente alguien que estuvo correteando por esos pasillos de niño.
Durante la visita se narra parte de la vida del infante Don Luis y su familia en este palacio teniendo en cuenta las condiciones que le estableció su hermano el Rey Carlos III. Esta visita está asociada a otra que se puede hacer en Boadilla del Monte (Madrid) visitando el palacio en el que vivió antes de tener que marchar a Ávila. De verdad que fue una visita muy amena y entrañable por su guía que nos contó un montón de detalles, si vas por allí te recomiendo no perdértelo.
Otro de los lugares a visitar son sus piscinas naturales y acudir al embalse del Río Cuevas donde te espera un maravilloso paseo alrededor del mismo.
Candeleda se encuentra a 20 minutos de Arenas y es un pueblo precioso que tienes que conocer. En su plaza hay mucho ambiente y sus calles y casas del centro están decoradas con preciosas flores y plantas.
Otra curiosidad son sus carteles dedicados a la lectura que hacen el paseo más especial.
Guisando es otro de los pueblos que no puedes perderte, durante la visita estarás acompañada por el sonido del agua que baja de la montaña y recorre el pueblo. Además en verano puedes disfrutar de la piscina natural de El Risquillo para darte un chapuzón.