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DIY: piedras antiestres

 


Hoy me apetecía traer un DIY muy sencillo y que puede venirte bien si tienes salvajitos que llevan un poco regular la vuelta al cole y la separación de papá y mamá.  Aunque no es sólo para ellos, estas piedras antiestres son pequeñas piezas creadas para llevar en el bolsillo y calmar en momentos de nerviosismo.  Por eso las considero un recurso fácil para hacer con las pequeñas manitas de la casa y que les pueda servir de apoyo.
Durante este verano he visto varias formas de hacerlas, todas muy similares, yo hoy te traigo la mía para que te hagas una idea de lo sencillo que es.

PASO UNO: moldear la pasta y crear la forma.



En alguna ocasión he confesado mi fidelidad a la pasta de modelar DAS porque de las que he probado es la que más me gusta.  Lo primero es hacer una bolita y luego a través de punzón redondeado o directamente con tus dedos ir creando la forma de tu piedra.
Una vez adaptada a tu dedo pulgar de la mano puedes optar por darles formas para hacerlas más simpáticas.  El toque final será humedeciendo la pieza con tus dedos para quitar imperfecciones y redondear aristas.

PASO DOS: decorar y dejar secar

Una vez hecha la forma es el momento de decorar con orejitas, hacer puntos, dibujar una cara... lo que más te apetezca.  Recuerda que para pegar piezas adicionales es mejor rallar un poco la zona donde se unen y humedecer.
A continuación deberás dejar secar bien del todo, mínimo tendrás que esperar 24 horas.

PASO TRES: lijar y pintar.
Para que la pintura agarre mejor y poder quitar alguna imperfección es importante pasarle una lija a la pieza, no tardas nada y el resultado se nota.
Ahora ya solo queda poder pintar tu pieza según te guste.

PASO FINAL: pasar un barniz para proteger la pieza.  Si no tienes nada que te haya sobrado de alguna otra tarea puedes recurrir a una fina capa de esmalte transparente de uñas.
Y ya tenéis vuestra piedras antiestres listas para disfrutar.

María P.


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