Siempre me han encantado los banderines, son ese detalle que te hacen sentir que estás de fiesta, que te proporcionan alegría sin nada más.
El pequeño de la casa me había solicitado sus correspondientes banderines así que me puse manos a la obra e hice esta entrada por si te apetece animarte. Es la versión facilísima.
MATERIALES
Lo mejor es aprovechar todo lo que tengas por casa y no comprar nada.
RETALES DE TELAS: es el momento de aprovechar todos esos trocitos de tela que se quedaron sin utilizar, o de darle una segunda vida a esas camisetas rotas que tienes para tirar. Si en tu caso no hay ni una ni otra situación entonces aprovecha para visitar la mercería más cercana. Normalmente hacen paquetitos de retales que te servirán para este cometido por muy poco dinero.
CUERDA: ¿Cúal? La que sea, puede ser más fina, más gruesa, de color, sin él... Únicamente comprueba que tienes tantos centímetros como deseas.
COSER: puedes hacerlo con tu máquina de coser, a mano con aguja e hilo y si la cosa se pone muy mal hasta el pegamento de pegar tela te servirá.
PASO UNO
Un paso tonto que te llevará a que quede perfecto es planchar las telas.
PASO DOS
Recorta según el tamaño y las formas que te gusten. Prueba a hacer banderines que también sean rectángulos para tener un poco de variedad.
Lo míos tiene un ancho de 10 cm.
En base a como los recortes tendrás que coser. Yo probé a hacerlos:
- de una sola capa y coser únicamente la parte superior
- dobles y cosidos por todo el perímetro para que se pudiesen rellenar pero no me gustan mucho porque es más costoso y pierden movimiento
- dobles y cosidos solo por la parte superior ideales si los pones en un sitio donde se pueden ver tanto por delante como por detrás. Aprovecha la doblez de la tela para que queden unidos.
Toma un imperdible para poner en el extremo de la cuerda y que te sea más fácil poder pasar los banderines.