Aquí estamos de nuevo con razones para que la población crezca. Parece que la última vez que publiqué sobre esto os pude sacar una sonrisa... pero hoy toca ponerse romanticona y la razón de hoy son... LOS BESOS.
Pero no hablo de los besos comunes esos que te dan (a regañadientes) cuando los pides, los de antes de dormir o los de cuando salen por la puerta de casa, no, no. Yo hablo de esos besos que son mágicos, que vienen cuando no te los esperas.
Esos besos cuando te acuestas a su lado en la cama y les entra tal grado de complicidad que te lo demuestran con un beso tan fuerte que no borran en toda la noche la sonrisa de tu cara.
O esos que, aunque un poco interesados, te dan cuando les regalas lo que más desean o les llevas a un sitio de los chulos como el Parque de Atracciones.
O los que dicen te quiero sin pronunciar las palabras, cuando te ven triste y saben que necesitas de ellos.
Sin olvidar los primeros, esos que lanzan con su manita y soplan para que lleguen hasta ti.
Y tú, ¿con que beso te quedas? ¿Cuál fue tu mejor beso? Atrévete a contarlo.
María P.