La primavera pasada fuimos a visitar el Tren de Arganda, sí, el que pita más que anda. Había escuchado que era un buen plan con salvajitos así que reservamos entradas y allí que nos fuimos.
El tren histórico de Arganda se trata de una locomotora a vapor que realiza un recorrido de unos 4 kilómetros. El viaje es en una única dirección es decir, una vez que llegas a destino la locomotora se vuelve a colocar al inicio para el regreso a la estación de salida.
El viaje entre ida y vuelta serán unos 40 minutos. La aventura es entrar en un tren con más de 100 años de historia, descubrir como eran por dentro, las ventanillas, los asientos y el camino entre montañas o los carteles de entonces con la prohibición de blasfemar o decir palabras soeces. Durante el camino el "Jefe de Tren" te cuenta curiosidades del viaje y del sistema de locomoción en cuestión.
Al llegar al final podrás comprobar como se hace el cambio de locomotora y acercarte a que el conductor te explique el funcionamiento del tren a vapor.
La estación de La Poveda (Arganda) mantiene la esencia de entonces, con las vías, las barreras... Al volver a la estación incluso puedes ver como hay operarios cargando de carbón a la locomotora.
En la misma estación hay un pequeño museo con billetes de entonces, los sistemas de comunicación entre estaciones, los uniformes, los silbatos de tren... Curiosidades que ya son historia.
Las visitas se realizan en los meses de primavera y otoño y únicamente los domingos en tres horarios por lo que es bueno reservar con tiempo para el día elegido. El tren histórico de Arganda actualmente cuesta 7 euros por persona.Si quieres ampliar la visita puedes coger el tren lanzadera que es más pequeño y descubierto que te llevará a visitar la maqueta modular con una reproducción a escala de una instalación ferroviaria. Este otro viaje cuesta 3€ por persona. Nosotros no asistimos por lo que no sé si merece la pena pero debes tener en cuenta horarios para poder organizarte a ver ambas cosas.
Si quieres saber más de este lugar te animo que lo visites. Yo tenía dudas de si a lo mejor era demasiado infantil para mis salvajitos pero salieron encantados y preguntando cuando volveríamos.
María P.