Ahora sí que sí, nos hemos metido en diciembre. AAAAaaaaahhhh!!! Sí, a mí también me parece que fue el mes pasado cuándo estaba con Diego en la tripa y pelando las uvas para despedir el 2015. Pero esto es así, nos hacemos mayores y el tiempo corre más rápido de lo que nos gustaría. Metidos en faena navideña hoy adelanto este post para que recuperes una tradición de cuando eramos pequeños. ¡Mandar una felicitación navideña! pero voy un poquito más allá... ¡por correo ordinario! No me digas que no te hace ilusión abrir el buzón y recibir una carta a tu nombre que no venga con el membrete del banco, del gas o del agua.
Espacio de inspiración y creatividad.