De vez en cuando os cuento que aquí en casa cada vez estamos más concienciados con la importancia de cuidar el medio ambiente y siempre que podemos seguimos el consejo de Rocky (La patrulla canina) "Antes de tirar... RECICLAR" Así que teniendo en cuenta que más o menos por semana gastamos una lata de leche en polvo para el príncipe de la casa pensé en hacer algún juguete DIY para él y preparar una cajita chula de almacenaje para mí.
Debes tener en cuenta que las latas de leche una vez acabadas pueden ser muy prácticas como maceteros, bote de lápices, almacenaje de legos, para DIY... Para ello solo necesitamos decorarlas un poco.
El material es bien sencillo:
- Latas de leche vacías y limpias, si las lavas con agua y jabón recuerda secarlas muy bien o sino se creará óxido, en ocasiones con un paño húmedo es suficiente.
- Papel de decorar, el mío es de Tiger y no dejan de ser folios bonitos, es un material al que le saco mucho partido.
- Cuerda
- Cola blanca
- Papel plastificado para poner encima, a falta de ello, el papel celo hace muy buen servicio.
En mi caso lo que hicimos fue decorar una con papel y otra con cuerda.
PAPEL
Únicamente es necesario cortar la medida del alto del bote y rodear el mismo, no hace falta pegarlo con cola blanca ya que con el papel de forro se quedará sujeto y nos servirá para que no se estropee. Si no tienes papel transparente puedes utilizar papel celo y dar vueltas sobre el bote, no es el mismo efecto, pero totalmente válido.
CUERDA
En la edad que se encuentra mi príncipe me parecen muy importante las texturas y que descubran otros elementos que no sean solo plástico, por eso elegí hacerlo con cuerda. En este caso, poco a poco, fui poniendo cola blanca sobre la lata y rodeando con la cuerda. Es evidente que cuanto más gruesa sea la cuerda más fácil te resultará e incluso podrás coger un patrón para que no se pongan unas encimas de otras, en mi caso, mi cuerda es muy finita pero da el mismo resultado.
Así que ya tendríamos dos botes estupendos, pero ahora sigamos con los juguetes DIY.
En este proceso necesitamos:
- Lazos y cuerdas de diferentes texturas, colores, longitud... (no hace falta comprarlo, lo que encuentres por casa)
- Palos como los del médico, los venden en cualquier tienda de manualidades.
- Tijeras
- Las tapas de los botes de leche.
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Las tapas con los cortes correspondientes |
JUGUETE DE LAZOS:
En una de las tapas haremos con unas tijeras o un cúter diferentes cortes según el lazo que vayamos a poner, de manera que pueda correr sin dificultad.
Una vez tengamos los diferentes cortes solo nos queda poner las cuerdas, anudando en un extremo y otro de manera que el pequeño pueda tirar de las mismas hasta un tope.
JUGUETE DE PALOS:
En la otra tapa haremos unos cortes más anchos para poder meter los palos, según el tamaño podremos meter dos o tres, que es lo ideal. Además para cuando sea un poco más mayor se pueden añadir colores a las hendiduras para que el pequeño poco a poco vaya diferenciando los colores y metiendo cada palo en su color.
Y así tendremos dos juguetes DIY sencillos que nos ayudarán a desarrollar su motricidad fina, a diferenciar distintas texturas y a aprender los colores.
Además como están decoradas a nuestro gusto quedan bien en cualquier sitio de la casa y una vez que ya no sirvan como juguete las podremos aprovechar para otras muchas cosas.
Para mi príncipe el preferido es el de los palos, eso de tirar del lazo y que no salga hasta el final a veces le pone nervioso.
Espero que te hayan gustado las ideas y ya sabes, si te animas me lo cuentas.
María P.