Liberar al niño que llevas dentro.
Y es que ser padre/madre te permite liberar a tu niñez y dejarla que salga a pasear. Después de estar en la oficina todo el día o todo la mañana sentada enfrente de tu ordenador, sales a la calle y un balón de baloncesto bota cerca tuya ... No lo puedes evitar das un par de botecitos antes de pasarla y si la canasta está a tiro, un triplete si te lanzas.
A otr@s imagino que les pasará con el balón de fútbol se cruza por su camino o aunque sea a 10 metros más adelante, que a por el autobús no corres pero si te pegas unas zancadas para alcanzar ese pase perdido y chutar a los chic@s con la idea de que esos niñ@s no han pensado que eres un señor o señora y te han visto como a un jovenzuelo molón.
Y es que, con hijos cerca puedes volver a saltar a la comba como una cabra loca en el parque, no porque te apetezca si no porque tu hij@ tiene un examen de ello. Tirarse por un tobogán del que dudas si entrará tu trasero no estaría bien visto, salvo que estés enseñando a tu hij@ que no pasa nada y no es peligroso tirarse incluso soltándose las manos.
Tirarse a bomba en la piscina pública no estaría bien visto con tus añitos y tu sobrepeso pero si es para enseñar a tu hij@ hasta donde eres capaz de salpicar, entonces tiene su gracia. Y así todas esas cositas que con hijos se permiten y de no ser por ellos parecerías un poco inmaduro.
¿Cúal es la tuya?
María P.
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