Con la llegada de tu primer bebé lo normal es que la ilusión te invada por decorar su habitación, cierto es que luego él no disfrutará de ella hasta meses después pero está claro que la llegada del nuevo miembro de la familia tiene que ser con su habitación preparada.
Lo primero de todo será pensar en ¿cómo la pintamos?
1._ Recurrir a los clásicos: si es niño azul y si es niña rosa
A mí esto me resulta ya un poco cansino y aunque el siguiente comentario es un tanto machista, te imaginas que te dicen que es una niña y luego tienes un nene, ¿le dejarías su habitación totalmente rosa? Lo políticamente correcto es decir que no importa, pero a la hora de la verdad nos cuesta un poquito. En cambio si es al contrario y tenemos una niña en vez de un niño su habitación azulita seguirá siendo ideal.
2._ Un tono neutro.
Aquí tenemos gran variedad de colores desde el beige que te combina con todo al verde pistacho, que en el caso de la habitación de nuestro primer hijo fue nuestra elección.
A lo mejor un color como el que nosotros elegimos puede ser difícil de atreverse, pero tienes que hacer lo que te apetezca y pensar que la casa es algo material, que tenemos que disfrutar y que si sale mal, no pasa nada, en unos años ya tenemos excusa para pintar de nuevo.
Nosotros cinco años después estamos contentos con el resultado, princesa nunca se ha quejado y yo si que siempre he sentido que su habitación era muy acogedora y que me transmitía mucha paz.
3._ Algo diferente
Lo bueno de nuestra época actual es que hay cantidad de materiales con los que atreverse así como colores a combinar. Siendo una buena idea un mural que sea la parte más destacada de la habitación, el de la foto es de papel pintado; nosotros en su día lo hicimos con tela de fieltro.
El negro a mí todavía no me convence lo veo demasiado serio para un bebé, pero aquí una vez más, para gustos... los colores.
Mis recomendaciones para elegir el color
- Elige un color que te guste, por el motivo que sea, pero que te transmita algo.
- No te recomiendo colores oscuros, hacen la habitación más pequeña.
- Los tonos pastel son un acierto seguro.
- Atrévete, piensa que son sólo paredes y como antes te decía, si sale mal, pues en unos años se vuelve a pintar y fuera, tampoco es tan importante.
- Si no lo tienes muy claro piensa en cómo quieres decorar la habitación y así te ayudará a combinar.
- Si ningún color te convence, quedate con el blanco.
- Escucha opiniones y luego haz lo que te dé la gana, esto no es sólo para elegir el color de la habitación, si no para la vida en general cuando tienes un bebé.
María P.
nota: ninguna de las imágenes me pertenece (salvo la primera) podrás acceder a ellas pinchando en las mismas.