¿Sabías qué el pueblo madrileño Fresnedillas de la Oliva fue clave para que el hombre llegará a la luna? Desde aquí se mantuvo la comunicación del Apolo 11 y fueron los ingenieros de esta estación espacial los primeros que recibieron la comunicación de que el hombre había llegado a la luna, antes de llegar la señal hasta Houston.
Pues es un hecho histórico que puedes rememorar visitando su el Museo Lunar de Fresnedillas de la Oliva, hay visitas guiadas para colegios pero los fines de semana puedes acercarte y realizar la visita tu solo.
En el exterior se encuentra una representación de las partes de un cohete de misión espacial, pudiendo entrar en él y con paneles informativos que te cuentan como fue la experiencia, quienes fueron las personas y el hito que supuso.
Luego puedes pasar al interior del museo para conocer más de la historia de las misiones lunares. El precio de la entrada son 3,5 € adultos y 2 € los niños.
En el interior puedes ver trajes espaciales, un vídeo de las personas que trabajan en la estación y lo que supuso para ellos formar parte del equipo, imágenes de la luna y de las misiones espaciales.
Además puedes bajarte una aplicación que a través de realidad aumentada te ayudará a aprender muchas más cosas de todo lo que supuso la llegada del hombre a la luna.
Después de esta maravillosa visita puedes completar con la estación espacial de Robledo de Chavela que no se encuentra muy lejos, allí hay un museo de la NASA pero por circunstancias de la pandemia está cerrado, aunque es increíble acercarse a sus instalaciones y comprobar las enormes antenas que aún siguen funcionando en este pueblo.
Si prefieres quedarte en el mismo pueblo (y yo te recomiendo), es un paseo muy especial y comprobar los dibujos de las casas en las que ya no habita nadie donde se reflejan situaciones cotidianas del pueblo.
Y si estáis cansados en la plaza del pueblo tienes mesas en las que ya viene el tablero de ajedrez, la oca o el parchís, solo tienes que encontrar un dado y las fichas.
Si quieres más secretos no dejes de visitar la panadería que se encuentra a 5 minutos del museo llamada El árbol del pan con sus productos de masa madre y con unas galletas deliciosas y aunque yo no soy mucho de recomendar donde comer, nosotros lo hicimos en Casa Amador (cerca de la plaza) y salimos encantados.
Así que ya sabes, si tienes a salvajitos y salvajitas emocionados con el espacio hay un museo muy cerca donde pueden seguir soñando.
María P.