De lunes a viernes el mejor momento del día es el ratito del cuento; cuando ya ha pasado casi todo el día, cuando solo apetece bajar el ritmo y descansar, me tumbo junto a princesa, apagamos la luz, cogemos a "fantasmita"para que nos ilumine y elegimos el cuento que nos apetezca esa noche.
Entonces nos enfrascamos en la historia que toque, no hacemos voces, ni bostezo mientras lo cuento (¿sabes que hay un cuento que durante la historia están todo el rato bostezando? dicen que es maravilloso, que no has acabado la historia y están roque) sólo leemos y comentamos lo que nos apetezca.
Puede que una noche se nos olvide lavarnos los dientes o que nos acostemos sin habernos quitado los calcetines, pero del cuento nunca se olvida.
Y por si este momento no fuese suficiente razón, una noche después de un día agotador escoges el libro de "Adivina cuánto te quiero" (no está entre nuestros preferidos, pero de vez en cuando lo sacamos) y cuando terminamos de leerlo , Alicia, mientras el sueño le invade y ya está con los ojos cerrados te dice: Yo también te quiero hasta la luna, mami. Y es este, uno de los tantísimos momentos en los que me doy cuenta que tener a mis pequeños es lo mejor que me ha pasado en la vida.
¿Y tú, lees cuentos a tus peques? ¿Cuál es vuestro ritual antes de dormir? Si te apetece contármelo como siempre te leo en los comentarios.
María P.