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Depresión Postparto


Creo que una de las razones por las que me anime a escribir este blog fue poder contar esta experiencia, sólo con la idea de ayudar a aquel que lo pueda necesitar.


La primera vez que escuche hablar ello fue a mi amiga Laura, me contó que su prima al tener a su primer hijo no sintió un amor incondicional nada más verle, sino que le llevo más tiempo.  Yo no dije nada sobre su relato, pero para mí pensé que eso era imposible, que hay que estar loco para no morir de amor nada más ver a tu hijo.

Pocos meses después tuve a mi primera hija, fue un parto duro pero tuve una niña sana y más que deseada.  Los días de hospital fueron normales, entre visitas y papeleo pasaron las escasas 48 horas que permanecí allí.


En el momento de llegar a casa y encontrarnos los tres solos los miedos empezaron a hacer mella en mí.  De repente no paraba de llorar, no estaba a gusto con mis sentimientos y todo me venía grande.  Me arrepentí de ser madre.  Es duro decir estas palabras pero en ese momento es lo que sentía.  Ya no quería estar con mi pequeña, quería estar solo con mi pareja, él y yo, no quería nada más.




Los días se me hacían muy difíciles, deje de comer casi por completo, lloraba bastante a menudo, tenía pensamientos no muy acordes para una recién estrenada mamá y por supuesto no era yo. 

 Lo peor era la noche, según llegaba me invadía un miedo aún mayor, hasta tal punto que me llevaba al vómito teniendo en cuenta que apenas comía.

Empecé a darme cuenta que aquello no era normal y busqué por internet el concepto de depresión postparto, encontré alguno datos pero todo era demasiado técnico, necesitaba conocer experiencias.

A todo esto se sumo muchos dolores de espalda y estómago, que en verdad eran mis propios nervios haciendo de las suyas y una cabeza que no paraba de pensar en el futuro, de dar vueltas a todo, cuando lo importante era disfrutar del momento.

¿Cómo salir de aquí?



Eso es lo que yo quería, que esa situación terminase, sabía que en mi cabeza algo andaba mal, el médico y la matrona no supieron ver que mis lágrimas en consulta no eran el típico "baby blues" en el que estás más sensible un par de semanas, sino que había algo más.

Yo reconocí que aquello no era normal, que tenía que salir hacia adelante.  Lo que me ayudo a todo aquello fueron pequeñas cosas que sumadas hicieron que en un mes y medio empezase a ser yo de nuevo.

  • Tener a mi pareja a mi lado, creo que esta parte merece otro post, pero nunca le agradeceré lo bastante la ayuda que me brindo.  Sin reproches, sin preguntas incómodas, solo estando a mi lado.
  • Dormir, descansar todo aquello que llevaba arrastrado.  De la noche del parto, de las madrugadas dando el pecho, de noches sin dormir...
  • Las caricias de mi madre.  Ella, como siempre me dice, "no es de estar dando mimos", pero tengo el más dulce recuerdo cuando tumbada en la cama me pasaba la mano por la frente como cuando era pequeña y tenía fiebre.
  • Salir todos los días a la calle a pasear, aunque lloviese y llevará gafas de sol.
  • Llorar, si así lo necesitaba, pero no recrearme en ello.  Podía llorar un rato, pero no podía quedarme estancada en ese estado, no era bueno.  
  • Las charlas de La liga de la leche.  Conocer la experiencia de otras madres y ver que no eres una marciana hace que vuelvas a la realidad
  • Dejar de ser superwoman.  Entre los muchos errores que cometí, uno de ellos fue exigirme demasiado.  Da igual si no has barrido en tres días, que lleves cinco sin lavar un plato o que el cubo de la colada no de más de sí, ahora lo importante eres tú y tu pequeñ@. 
  • Mi pequeña princesa. Pese a que su madre no estuviese donde tenía que estar me esperó, supo ser paciente y estar siempre a mi lado.

"Me alegra saber que en los cursos de preparación al parto se dedica una clase a esto ya que me parece fundamental"

 Cuando a mí me sucedió me encontraba muy perdida.   Espero que a ti no te suceda, pero que si es así sepas que es pasajero y que busques ayuda en un especialista.  Yo no lo soy, mi única especialidad es mi experiencia y espero que pueda ayudar a otras personas como yo.

Si te encuentras en este estado o te apetece conocer un poco más te dejo este documento de los verdaderos profesionales.  


María P.











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