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Ruta de las Caras en Buendía. Cuenca

 


En nuestra escapada a Cuenca también nos dió tiempo para visitar la Ruta de las Caras en Buendía.  Nosotros lo hicimos de regreso a Madrid pero también es posible hacerlo en el mismo día.

Es una ruta muy sencilla  que se puede hacer con los niños aunque no tan sencilla como para llevar el carrito de bebé.  Durante el camino descubrirás curiosas y sorprendentes caras talladas en la misma roca.



La ruta de las Caras de Buendía está bien señalizada y se inicia pasando por el merendero que está rodeado de árboles, si tienes la idea de hacer picnic contarte que actualmente hay pocas mesas disponibles pero sí hay espacio para estar en el suelo.  Antes hay un aparcamiento a los lados del camino, nosotros fuimos un domingo al mediodía y no tuvimos problema de aparcamiento.

El recorrido es muy sencillo, siendo una ruta circular y que se hace en una hora teniendo en cuenta las fotos y el camino. Al inicio hay un cartel con todas las caras que podrás visitar durante la visita y que están talladas sobre la roca pero es mejor dejarse sorprender mientras andas.




Durante la ruta de las Caras podrás también contemplar las vistas de su embalse que es precioso y si miras un poco más hacia arriba apreciar diferentes aves que sobrevuelan por encima tuyo.  

En esta entrada te dejo imágenes de algunas de las caras que puedes descubrir pero hay muchas más y algunas muy curiosas. 

No te puedes perder la calavera que es una de las más visitadas pero también podrás descubrir a Mozart si vas atento a todos los detalles.


Es una ruta donde no puedes olvidarte la cámara de fotos y a lo mejor este es su principal problema que es bastante espectacular de fotografiar y quizás debido a esto y a la búsqueda de la foto vayan demasiadas personas que no respetan el medio ambiente.

Pese a que la ruta es muy bonita para mí fue decepcionante descubrir como una gran parte de la senda está llena de desperdicios y donde se comprueba que no hay mantenimiento por parte de la administración que le competa.  Creo que unos deberíamos aprender a respetar mucho más el planeta y otros a cuidar de estas maravillas con más interés que unos carteles de lo que no se debería hacer.


María P.

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