Razón 51: no necesitar la mantita en el sofá.
No lo puedo remediar pero me encanta que mi hijo pequeño aproveche que estoy sentada en el sofá para tumbarse encima mía a ver los dibujos. Me siento privilegiada sabiendo que prefiere sentir el calor de mamá a estar cómodamente sentado en su sitio del sofá.
A veces me pilla leyendo y tengo que ingeniármelas para poner el libro pero soy incapaz de negarle el sitio porque tengo claro que llegará el momento en que no quiera hacerlo y entonces tenga que recurrir nuevamente a mi mantita, que aunque es muy suave no me da el mismo calorcito que mi pequeño príncipe.
María P.