Procuro que antes de que llegue Navidad hacer una escapadita cerca de Madrid con amigos, para descubrir algún sitio nuevo y disfrutar de naturaleza con tranquilidad. Este año le ha tocado el turno a Cáceres declarada Patrimonio de la Humanidad.
Nuestra escapada fue cortita, de viernes y sábado pero muy bien aprovechada, te cuento lo que hicimos por si te animas a descubrir esta bella ciudad.
La llegada fue el jueves, pero sólo nos dió tiempo a conocer la casa que alquilamos por Airbnb en Malpartida de Cáceres a 10 minutos más o menos del mismo Cáceres.
El sábado salimos a visitar la ciudad, como siempre recomiendo; lo mejor es que te lo cuenten, así que cogimos visita guiada a las 16:30h de la tarde, después de comer. Nuestra idea era haber hecho la visita teatralizada pero no reserve con antelación y ya no era posible. Si te pasa como a mí en la misma plaza hay un par de centros que te ofrecen visitas mañana y tarde. El coste era de 6 euros por adulto y los pequeños no pagaban.
En la visita nos contarán la historia de Cáceres, conocimos sus monumentos, el motivo de los balcones esquineros, visitamos el aljibe andalusí, recorrimos casi todas sus calles y terminamos degustando productos típicos de la región.
Luego nos quedamos visitando la ciudad por nuestra parte, tiene una iluminación preciosa y aprovechamos para conocer como funcionaba el torno de las monjas clarisas (son de clausura) del Convento de San Pablo.
El sábado aprovechamos para que los niños investigarán por los alrededores de la casa y visitamos Los Barruecos; un espacio natural precioso, donde pasear sin prisa, descubrir su laguna y no parar de hacer fotos.
El espacio es muy grande pero podrás moverte por él en coche y llegar hasta el mismo escenario de Juego de Tronos, donde se rodaron las escenas épicas de la batalla del dragón.
Con ganas de más nos tuvimos que volver a Madrid, parando a comer en Trujillo. Este lugar también merecía una visita guiada pero no daba tiempo a más. Únicamente te recomiendo comer en la plaza del pueblo, en la taberna Nuria. Yo no soy mucho de recomendar sitios de comer, pero nos atendieron muy bien, la comida muy rica y el menú de los pequeños también muy completo.
Y hasta aquí nuestra escapada fugaz pero que tantas risas y buenos momentos nos proporcionó.
María P.