En la sección de "Razones por las que tener hijos mola" hemos llegado a un número que ya no lo puedo poner en letra porque sino el título me ocuparía demasiado, así que a partir de ahora lo haremos numérico.
La razón número 16 ya lo pone en las fotos, pero son los primos. Antes de ser mamá tuve la gran suerte de ser tía por un lado de los sobrinos directos de my love de los que ya no queda casi nada de los chiquitines que conocí en su carrito cuando apenas sabían hablar y posteriormente lo sería de Juanmi, que tuvo demasiada prisa en nacer pero con el que viví sus primeros meses de vida casi como si fuera mi hijo.
Luego le tocó el turno a princesa, príncipe y el hermano de Juanmi y cuando les ves a todos juntos, sin querer piensas en la alegría de verles jugar, de compartir sus confidencias y de que, como ahora las familias no son con tantos hermanos como antes, al menos tengan la posibilidad de disfrutar mucho de sus primos y sentirles como a alguien cercano con el que se comparte más de una amistad.
Cuando veo a princesa con sus primos mayores me veo a mí con mis hermanos, ella intenta seguirles en todo y cuando siente que ellos la prestan atención se siente afortunada y feliz de ser una más. Con Juanma imita su manera de hablar y ha aprendido a perder la vergüenza.
Príncipe y Adrián aún son pequeños pero les auguro buenas aventuras juntos.
Siempre primos.